El 7 de noviembre de 2019 nos avisaron que habían visto una cerda fuera de la nave de una granja intensiva de cerdos para engorde, y que no podía caminar y estaba en muy mal estado. Rápidamente nos organizamos con la Reserva Wild Forest que se desplazó al lugar para ir atendiendo a Paola hasta que llegamos nosotros y para que no estuviera sola.
La nave de cerdos estaba completamente vacía porque el día anterior se habían llevado en un camión a todos los cerdos al matadero, porque ya habían cumplido los 6 meses. Eso nos indicaba que como la ley no permite que se transporte en el camión que va al matadero a animales que no pueden caminar, al ver que la cerdita no caminaba, la tiraron como un despojo fuera de la nave para que muriera agonizando. Hay que destacar que allí no vive nadie y que abandonaron a la cerdita para que muriera, pasando toda la noche y el día anterior sola, sin agua ni comida, con el frío y sin poderse mover.
Llevamos a Paola al veterinario urgentemente, donde se le realizaron radiografías bajo sedación, en las que se pudo comprobar una fractura en una vértebra lumbar. En la imagen radiográfica se apreciaba reacción ósea alrededor de la fractura, así como un pico de loro, por lo que suponemos que la fractura es antigua.
Seguramente Paola vivía sin poder caminar dentro de la nave con los demás cerdos que estaban hacinados, con el problema y sufrimiento que eso conlleva, pero como hay tantos cerdos ni siquiera se darían cuenta hasta que llegó el momento de subirlos a todos al camión, momento en que al ver que no caminaba, la tiraron fuera para que muriera. Pero después de dos duros meses de recuperación, en el que todos los días hemos estado pendientes de ella, siendo sus manos y sus pies, y cuidándola con mucho amor, por fin con nuestra ayuda, ha comenzado a dar sus primeros pasos.