A pesar de que ayer fue un día muy duro para nosotros, la vida en el Santuario sigue y tenemos que atender y cuidar al resto de los habitantes, como cada día.
Ayer vinieron a esterilizar a Aitor, fue todo muy bien y rápido, sin complicaciones. También le hemos sacado sangre para hacer una analítica general. Aitor, en el poco tiempo que lleva con nosotros, se ha adaptado muy bien y confía mucho en nosotros. Parece que sabe que está en un espacio donde nadie le hará daño y donde será respetado toda su vida.
La fotografía la tomamos horas después de la esterilización y nos sorprendió porque él estaba como si nada, tan pancho
En unas semanas ya podrá estar con el resto de la familia y disfrutar del paraíso
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