Ella es una gallina joven que encontraron con una herida muy grave en la cabeza, con los ojos cerrados y muy inflamados. No saben como se había producido esa herida, pero la llevaron enseguida al veterinario donde la operaron para quitarle todo el tejido necrótico. Después de unos días de recuperación y antibiótico su estado mejoró mucho y la pudieron traer a Fundación Santuario Gaia.
Aquí acabará de recuperarse del todo y en cuanto esté curada vivirá con el resto de gallinas del Santuario. Podrá vivir la vida que se merece y ya nadie más le volverá a hacer daño. Miles de gracias a las personas que se la encontraron y no miraron hacía otro lado y a Associació Protectora d’Animals “L’Anxova Peluda” por ayudarles en todo momento.