Su madre la dejó a ella y a sus dos hermanas en la carretera que va de Sant Joan de les Abadesses a Ogassa, justo cuando pasábamos con la furgoneta. Pensamos que seguramente la dejó porque estaban muy enfermas y buscaba ayuda para sus hijas.
Selva, una de sus hermanas fue adoptada por María, una de las voluntarias del Santuario que vive en San Joan. A Emma y a su otra hermana le estuvimos buscando una familia que las adoptaran pero hace una semana su hermana murió de repente y ella se quedó sola, así que hemos decidido que se queda en el Santuario para siempre.
Le hemos puesto Emma porque fue la primera abadesa del monasterio de Sant Joan de les Abadesses, que dio origen al pueblo.