Milo es un bebé de oca de pocas semanas de vida. Una mujer lo encontró muy pequeño durante una excursión que estaba realizando y se lo llevó a casa para cuidarlo. Pero vive en un piso en una ciudad y no es el lugar más adecuado para una oca, así que contactó con nosotros para acogerlo y ayer fuimos a por él.
Nada más verlo nos hemos enamorado perdidamente de él. Es muy cariñoso y nos sigue a todas partes, como si fuésemos su madre. Ahora estará un tiempo en una zona más controlada hasta que sea grande y pueda ir a vivir con el resto de las ocas. Le pondremos una piscinita para que aprenda a nadar
¡Bienvenido a la familia Gaia, pequeño Milo!