Dorotea ha fallecido. Ella llegó hace más de un año junto con otras 8 cabras desde Córdoba. Provienen de una explotación que cerraba e iban a ser enviadas al matadero. Una de las vecinas tuvo conocimiento de esta situación y luchó para que no las mataran. Después de mucho trabajo consiguió la cesión de las cabras y comenzó a organizar sus acogidas en distintos santuarios.
Ella era la madre de Duarte y Aurelio, a los que ha podido criar todo este tiempo, cosa que no hubiese podido hacer en la explotación, ya que se los hubieran arrebatado para venderlos como comida.
Estamos desolados con su repentina muerte, pero nos queda el consuelo de este tiempo que ha vivido libre en el Santuario, ocupándose de su familia sin temor a ningún daño.
Vuela alto pequeña, seguiremos cuidando de tus hijos con todo el amor que se merecen