Los niños de la escuela de Ogassa, que es donde está el Santuario, han traído un pollito con una de sus piernas rota. Los niños estaban preocupados porque no caminaba bien, y decidieron traerlo para que pudiera ser atendido debidamente.
Después de reconocer al Negret, que es así como han decidido los niños de la escuela que se llame, se ha visto que tiene una fractura en una de sus piernas que ha osificado mal, impidiendo que pueda caminar. En los próximos días se evaluará si es posible hacerle una cirugía. En todo caso, él vivirá en el Santuario donde será atendido de por vida.