Hoy ha sido día de voluntariado muy duro. Lleva toda la semana lloviendo, lo que conlleva que haya muchísimo barro y que los habitantes del Santuario pasen más tiempo en sus dormitorios refugiándose de la lluvia, con lo que se ensucia todo mucho más. Aunque no ha parado de llover fuerte, hemos limpiado todos los dormitorios de los habitantes del Santuario, mientras escuchábamos el fuerte sonido que venía del río que estaba muy crecido.
En el Santuario hay voluntarios muy comprometidos, que aunque llueva, nieve, haga frío o calor, vienen cada semana a ayudar a los fundadores del Santuario a limpiarlo todo a fondo.
Después de limpiarlo todo bien, nos hemos limpiado nosotros y hemos preparado la comida para reponer fuerzas, porque unas horas más tarde, los fundadores del Santuario se han preparado para dar las cenas a todos bajo la lluvia.
Por un mundo vegano
