Nos han donado un carrito de bebé para poder llevar a Celia por las mañanas y por las tardes a pastar con el resto de habitantes, ya que la llevábamos en brazos y estábamos con muchos dolores de espalda.
A Celia le ha encantado la idea, y en cuanto se la monta en su carrito se queda quieta esperando a que la llevemos hacia los prados.
Hasta septiembre no será operada para ponerle una prótesis biónica, así que hasta entonces, nosotros seguiremos siendo sus manos y sus pies. Ella tiene unas ganas inmensas de vivir, y cuando quiere algo nos lo pide, y nosotros que convivimos con ella, la entendemos y sabemos que es lo que quiere.
¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?