Mientras Ismael daba la cena a Rosita, con mucha paciencia le cortaba la hierba fresca en trocitos tan pequeños como granos de arroz, para que pudiera comerlo. No se apartó de su lado hasta que ya no quiso más, y empezó a ponerse inquieta.
Como Ismael ya la conoce, se puso a su lado tumbado y ella puso su cabeza sobre él y cerró los ojos para dormir. La cara de felicidad de Ismael lo transmite todo…
Son momentos difíciles porque sabemos que un día de estos Rosita se marchará, pero no queremos que nos vea tristes, al contrario, queremos que nos vea alegres y con mucho amor, que de eso nos sobra.“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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