Jesús, a pesar de que ha crecido mucho y ya pesa más de 30 kilos, aun quiere dormir encima de nosotros. No se da cuenta del tamaño que tiene ni de lo que pesa, pero sigue siendo igual de adorable que cuando era un bebé.
Él llegó al Santuario con pocos días de vida y muy débil, tanto que casi se muere. Pero poco a poco fue recuperándose y creciendo. Ahora es un cerdito muy feliz y juguetón, el más trasto del Santuario.
No hay ninguna diferencia entre Jesús y los perros y gatos que conviven con nosotros, a todos les gusta que les mimen.“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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