Todos los que conocen a Jordina saben que su carácter es muy diferente al resto de habitantes que viven en el Santuario. Tiene una energía muy diferente que transmite mucha paz y serenidad.
Siempre está pendiente de todo, observando lo que hacemos, y aunque esté jugando con los demás bebés del Santuario, en cuanto ve a Ismael, sale corriendo hacia él y se queda paralizada esperando que la bese y que la colme de mimos.
Ismael fue el que la crió cuando llegó al Santuario tan débil, noches sin dormir pendiente de ella hasta que consiguió que por fin se enganchara al biberón. Entre los dos existe un vínculo que solo los que son padres y madres lo pueden entender.“¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?” color=”green”]• Por tan solo 1€ al mes puedes hacerte Teaming
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