Esta mañana nos encontramos a Paula sin vida, ha sido muy duro verla así porque anoche estaba estupendamente, pero es como deberían de morir todos los animales, de manera natural.
Paula cumplió en junio 18 años, y hasta su veterinaria de siempre estaba sorprendida que haya durado tanto tiempo, con el historial clínico que tenía.
Ella fue utilizada durante muchos años para hacer competiciones de carreras, hasta que de tanto explotarla desarrolló una enfermedad respiratoria crónica, con parte del pulmón fibrosado. Así que ya no la querían y la tenían en un espacio diminuto porque ya no servía.
Cuando llegó al Santuario le costaba mucho respirar y tenía una infección muy grave en la piel. Durante todo este tiempo ha tenido que estar tomando medicación, aunque llevaba unos meses que había mejorado mucho, gracias a su vida en libertad y no ser explotada.
Paula siempre ha cuidado mucho de Victoria y Lidia, siempre pendientes de ellas dos. Ahora nos entristece mucho como va a estar Lidia, porque es muy mayor y no ve, y Paula era la que la guiaba y cuidaba.
Podemos contar muchas historias con ella, porque cada vez que veía algo extraño en los prados grandes, venía corriendo hacia nosotros para avisarnos y nos llevaba hasta el lugar donde veía algo, o si algún habitante tenía algún problema. Lo último fue hace unas semanas cuando vino a avisarnos que Lidia se había quedado enredada entre unas ramas en el bosque. Paula era muy especial.
Estamos muy triste porque nos has dejado, pero a la vez felices y orgullosos de haberte podido dar estos años de felicidad. Cuida de nosotros para que podamos seguir salvando a más animales que viven en situaciones similares a la que viviste tú e incluso peores, pero sobre todo cuida de Lidia que sin tí se va a sentir muy desprotegida.
preciosa, te vamos a echar mucho de menos. Un día nos volveremos a encontrar y nos abrazaremos.