Natalia llegó al Santuario hace 3 años porque la compraron a unos niños para divertimento, como si de un juguete se tratase. Y debido a la mala alimentación que le dieron y a que la tenían encerrada en una jaula sin moverse, se le atrofiaron las extremidades y no podía caminar. Al ya no ser divertida para los niños y convertirse en un estorbo, no la querían.
Durante todos estos años hemos sido sus pies y ha sido la más mimada del Santuario y la que mejor atendida ha estado siempre, ya que vivía en la casa de los voluntarios y todos se desvivían por ella.
Coque e Ismael quieren dar las gracias a todo el equipo de voluntarios del Santuario, porque todos, absolutamente todos, siempre se han preocupado mucho de ella. En cuanto llegaba un voluntario al Santuario, lo primero que hacía era preguntar por Natalia. A ella le gustaba comer en brazos, pero no de cualquiera, porque era muy especial y tenía un carácter fuerte, sólo con aquellos con los que más segura se sentía, como con Lía, que ha sido una madre para ella.
Éstos años han sido muy especiales junto a ella, porque aprendimos a entenderla, y sabíamos perfectamente lo que quería en cada momento con sus gestos y sus sonidos. Siempre estaba junto a nosotros en los desayunos, comidas, cenas, lo compartíamos todo con ella.
Hoy es un día muy triste para la familia Gaia, porque ella era alguien muy especial para todos. Sabíamos que ella no iba a aguantar mucho tiempo, pero nos sentimos muy orgullosos de haberle dado la mejor vida. Siempre ha tenido unas ganas inmensas de vivir, una luchadora, y sabemos que desde donde esté ahora, va a luchar por ayudarnos a que sigamos salvando más vidas.
Ayer la llevamos a Barcelona al veterinario porque no se encontraba bien, y esta mañana falleció, dejándonos con el corazón roto y sin palabras de consuelo.
Llevamos unas semanas muy duras en el Santuario, en el que han partido muchos de los rescatados, pero es lo normal, ya que son animales que han llegado muy explotados, con historias muy complicadas, además son animales que todos morirán de viejos, no asesinados como en las granjas. Mientras más animales rescatemos, más pasaremos por estas situaciones de dolor, pero nos alegra haberles ofrecido la vida que nunca habrían imaginado.
Te queremos preciosa, un día nos volveremos a encontrar en ese arcoiris donde nadie os hace daño.
Por un mundo vegano
