Hoy hemos subido a los pavitos que rescatamos la semana pasada a la zona exterior porque ya han pasado el periodo de cuarentena y se les ha administrado la profilaxis adecuada.
En el camino nos hemos encontrado con Pedro, que al verlos se ha acercado, los ha olido y se ha puesto a darles lametones con mucho cariño.
Es que Pedro tiene un corazón más grande que él, que ya es decir 
… tenemos mucho que aprender de los animales.
¿Y qué decir de esas dos cabecitas que asoman por la parte inferior izquierda? ¡Para morirse de amor!
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Por un mundo vegano
