Sandy llegó al Santuario en enero junto a otros tres pavos, Hermione, Carmina y Moby que fueron rescatados de una granja de engorde. Esta raza de pavos ha sido seleccionada genéticamente para que crezcan mucho en muy poco tiempo, para así abaratar costes y enviarlos antes al matadero, por lo que sus cuerpos no crecen de manera natural y suelen tener problemas en sus extremidades, problemas cardíacos y respiratorios.
Sandy, aunque es un bebé de unos 3 meses, está enorme. La pequeña lleva dos días con problemas en una de sus piernas, tiene el tarso muy inflamado y le cuesta levantarse. La estamos tratando con antiinflamatorio y antibiótico, ya que puede que tenga una infección en la articulación.
En la foto está con Inés, que se está recuperando muy bien de la cirugía de la semana pasada. Ya le quedan pocos días de convalecencia y mientras tanto pasa las mañanas con Sandy tomando el sol y el aire, que siempre ayudan mucho para la recuperación.