Con vuestra ayuda pudimos convertir este lugar en el que los animales eran explotados para el beneficio de los humanos, en un verdadero paraíso. Para aquellos/as que no lo sepáis, antes, este lugar era un hípica pero todo eso quedó atrás y hoy es un lugar completamente diferente.
Manel, Seina, Gabriela, Shalom y Benito disfrutan de su vida en libertad, su tiempo de adaptación ha sido lento pero ahora ya están disfrutando de una maravillosa vida en la que ellos hacen lo que les apetece en cada momento.