Marcos, llegó al Santuario siendo muy bebé porque había sido atropellado. Es uno de los habitantes del Santuario más cariñosos, y como pasaba con Primavera y Jordina, transmite muchísima paz.
Es muy amigo de Gerard, del que nunca se separa. En las próximas semanas ya los llevaremos a los dos junto con las demás cabras y ovejas del Santuario, porque ya son grandes. Así podrán disfrutar de ir a los prados.