Elvira llegó al Santuario con la cadera rota, y se llevó muchos meses que cuando caminaba se caía de culo.
Hoy está preciosa y de todas las vacas que llegaron junto con ella, es la más cariñosa.
Había sido abandonado dentro de una nave con otras vacas y terneros, donde las heces les llegaba hasta la barriga, atadas por los cuernos sin ni siquiera poderse tumbar.
Vídeo de su rescate:
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