Aquí podemos ver a Guizmo como disfruta cuando le rascan la espalda, su cara de felicidad no tiene desperdicio, y lo felices que nos hace a nosotros verlo así. Como veis no hay ninguna diferencia entre una oveja y los perros o gatos que forman parte de vuestras familias, a todos les gustan las atenciones y el cariño. Entonces ¿por qué nos comemos a unos y cuidamos a otros?