Estos días están siendo muy duros para nosotros y necesitábamos hacer algo que nos sacara una sonrisa, así que hemos abierto el último prado que teníamos cerrado porque lo habíamos abonado y estábamos dejando crecer más la hierba.
Cuando los toros, las vacas, los burros y las yeguas lo han visto abierto, se han ido directos a comerse la hierba fresca. Nosotros hemos disfrutado mucho viendo lo felices que son, animales que han sido rescatados de terminar sus días en el matadero, y que ahora pueden vivir en libertad sin ser explotados.