Estas semanas Coque ha estado cortando el pelo a todas las ovejas del Santuario, y las últimas que quedaban eran las del decomiso de Murcia, que justamente son las que tenían peor el pelo. La próxima semana os haremos un vídeo para que veáis lo fresquitas que han quedado. Ya están preparadas para aguantar el calor del verano, que aquí por el día superamos los 40 grados, aunque por la noche se está muy bien.
Antes de que las ovejas fueran domesticadas por el humano, cuando llegaba la época de calor se les caía el pelo solo, como les pasa al resto de animales. Pero el humano las ha ido seleccionando genéticamente para que produzcan más pelo y así poder comercializar con él. Éste ya no se les cae por sí solo, sino que necesitan la ayuda del humano.
Hay razas de ovejas a las que se les sigue cayendo solo, pero otras, como las que aparecen en la fotografía, no. El problema es que si no se les corta, pueden morir de un golpe de calor. Imaginaros estar a 40 grados con un abrigo grueso de invierno. Esta es una barbaridad más de las que ha hecho el humano con los animales.