Ayer por la mañana Olivia, una de las trabajadoras del Santuario, avisaba a Ismael que Samuel estaba en la parte de abajo de los prados pequeños muy débil y sin poder moverse.
Ismael fue corriendo y como confía tanto en él, al verlo sacó fuerzas para levantarse y caminar poco a poco hasta la nave de las vacas que está en la parte de arriba. Tardaron mucho porque se tambaleaba pero Samuel consiguió llegar, y en cuanto entró se tumbó.
A los pocos minutos de llegar Samuel a la nave, llegaba también la veterinaria, que ya le habíamos avisado. Era increíble ver como Samuel le hablaba a Ismael, le estaba contando que se encontraba mal y le señalaba donde le dolía o tenía molestia. Todos en el Santuario estábamos muy emocionados al ver esa conexión que tienen entre los dos.
La veterinaria le sacó sangre y Olivia se la llevó a la enfermería para analizarla, que gracias a que ya tenemos la máquina de las analíticas, hemos podido actuar con más rapidez. Se le puso 5 litros de suero y la medicación necesaria. Tiene otra vez una recaída de piroplasmosis, que ya la tuvo hace 4 años, pero al haberla tenido sigue siendo portador. Esta vez tiene muy afectados los riñones y es algo muy grave.
Estamos muy afectados, pero sabemos que Samuel es fuerte y tiene que salir adelante sí o sí. Por favor, mandadle mucha fuerza, es nuestro niño y también el vuestro.