Ayer por la tarde volvimos a llevar a Lola a la clínica veterinaria porque no veíamos que tuviera una gran mejoría, así que decidimos que era mejor abrir y ver que tenía en sus intestinos que le impedían la movilidad.
Durante la intervención, Lola entró en parada y no se pudo hacer nada por salvarle la vida, dejándonos a todos en estado de shock.
Se aprovechó para hacer la necropsia y se pudo comprobar que tenía una perforación en el intestino grueso.
Aún no nos podemos creer que nuestra Lolita se haya ido, llevaba ya con nosotros desde 2015 porque unos niños la maltrataban en Valencia. Al principio de llegar no quería tener ningún tipo de relación con ningún humano y se hizo muy amiga de Rubén, del que nunca se separaba.
Sin embargo, a pesar de que nunca ha querido saber nada de los humanos, cuando empezó a encontrarse mal se dejó ayudar por Coque e Ismael, con los que tenía un vínculo muy fuerte. Han sido muchos años juntos, y esto ha vuelto a ser un duro golpe para los dos.
Lolita siempre ha destacado mucho por su carácter, nos hacía mucho reír. Con su barrigota que solo corría cuando había comida de por medio, y si había que salir a pasear, eso no iba con ella, le gustaba muy poco hacer ejercicio y nos hacía mucha gracia.
Cariño, como te vamos a echar de menos, cuando por las mañanas no te veamos correr hacia los prados. Sabemos que has sido muy feliz y nos alegra haberte dado esa oportunidad de poder vivir tu vida en libertad, pero nunca pensábamos que te ibas a ir tan pronto.