Después de casi un mes intentando traer al Santuario a Cristian, un ternero que fue abandonado en la provincia de Madrid, ayer por fin pudimos ir a por él. Hoy le hemos quitado a Cristian los crotales que llevaba en las orejas, marcado con un número como se marcan a los esclavos. Hoy ha dejado de ser un esclavo, convirtiéndose en un ser con identidad propia, considerándose una persona.