Marcos es un muflón que llegó al Santuario hace más de un año. Era un bebé que encontraron en una carretera atropellado e inconsciente. Le acogimos en el Santuario, donde se recuperó del todo. Al ser tan pequeño, de apenas unas semanas de vida, tuvimos que alimentarlo con biberón y se crió con nosotros, lo que hacía imposible su re introducción en el bosque.
Desde siempre ha sido muy cariñoso y ha tenido mucho apego con nosotros, sobre todo con Coque que fue quien le crió en casa. Pero también con su amigo inseparable Gerard, una carnero con problemas de movilidad. Desde hace un tiempo vive con el resto de ovejas y cabras del Santuario, donde se ha adaptado muy bien con su nueva familia.
Aunque no ha crecido mucho, tiene un porte majestuoso, ¿no os parece?
Estamos enamorados de Marcos ?