Como comienza a hacer mucho frío en el Santuario, ya que estamos en pleno Pirineo catalán, hemos decidido llevar a Paola a una habitación más caliente, y que así su recuperación sea mejor. Nos hemos emocionado mucho porque ya se mueve mucho, pero sin embargo el traslado ha sido muy rápido porque ella ha confiado plenamente en nosotros, sin miedo, y ha dejado que la llevemos sin problema. Al llegar a su nueva habitación su cara lo decía todo, le encantaba y no podía disimular su felicidad.