¿Cómo puede ser posible que Coque, uno de los fundadores del Santuario, abrace de esta manera a Isaac, un toro de más de mil kilos, con unos cuernos enormes? Y además, a Isaac le encanta que le abrace… Curiosamente, y para que aprendáis más sobre los habitantes del Santuario, los más cariñosos de los bovinos que aquí viven, son los toros, todos los toros que aquí viven.
En la industria láctea, en cuanto nace un macho es enviado al matadero porque no es rentable, ya que no va a producir leche que pueda ir destinada a la venta para el consumo humano. Los toros que aquí viven, llegaron de pequeños y no han conocido el maltrato o la explotación, o al menos no por mucho tiempo, solo por meses, como es en el caso de Isaac. Sin embargo las vacas que aquí han llegado, la inmensa mayoría, han sido explotadas y maltratadas durante años, por lo que muchas de ellas, no se fían de los humanos.
En este vídeo puedes ver el día que rescatamos a la madre de Isaac y se reencontraron los dos en el Santuario.
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