Estamos muy contentos y es que no puede ser para menos, al ver como Izadi comienza a confiar después de haber sido durante 12 años privada de libertad, siendo explotada y maltratada, por eso a Izadi le está costando tanto confiar en los humanos.
El 10 de marzo colgamos un vídeo donde Ismael intentaba tocarla pero no se dejaba, y casi un mes más tarde, ya ha aprendido a disfrutar de las caricias, y le gustan. Las vacas en las granjas lecheras son inseminadas cada año para que tengan un hijo y que así produzcan leche, porque les pasa como a las humanas, que solo dan leche cuando tienen un hijo. Por eso mismo, cada año cuando tienen su bebé, les son robados y enviados al matadero para que no se beban la leche que va a ser vendida para consumo humano.