Hemos presentado a Miguelito al resto de bebés y abuelitas del Santuario. Nos ha hecho mucha gracia la reacción que han tenido al verlo, primero con un poco de temor y luego con mucha curiosidad. El que más se ha extrañado ha sido Oriol, que no sabía que era esa cosita rosa que se acercaba. Luego, todos en fila, no le han quitado ojo. Miguelito, por su parte, pues como si nada, a su bola ?. Si es que este chico es muy especial y desprende ternura por los cuatro costados ?