Treinta y seis cabras, que estaban en una explotación de Córdoba, iban a ser enviadas al matadero, ya que la explotación cerraba y querían deshacerse de ellas. Una de las vecinas tuvo conocimiento de esta situación y luchó para que no las mataran. Después de mucho trabajo consiguió la cesión de las cabras y comenzó a organizar sus acogidas en distintos santuarios. Algunas de las hembras estaban embarazadas y tuvieron unos preciosos bebés, aumentando el número de cabras a 42. Para que no hubiera más nacimientos, consiguieron esterilizar a los machos y cuidaron de todas ellas hasta que pudieran viajar a sus hogares definitivos, ya que todo esto ha sucedido en pleno confinamiento.
Aunque todas son hermosas, el más tierno y desvalido de todos es el pequeño Borges, que ha nacido ciego y su madre lo rechazó. Por ese motivo lo han criado a biberón y tiene que estar continuamente atendido. Os iremos contando más sobre esta preciosa familia en los siguientes días.