Cómo ya os hemos contado, hemos llevado a Zacarías, Simone, Goliath y Rufino al espacio de adaptación para que se conozcan con el resto de toros y vacas. Y como quedaba libre el espacio donde estaban ellos, hemos trasladado a Ramona, Zuriñe y Amalia, ya que es un sitio mucho más grande y con bosque. Y hemos querido dejar a Henar con ellas.
Resulta que Henar no se acababa de adaptar del todo con los toros, ni tampoco su madre, Simone, le hacía mucho caso, seguramente por todo el tiempo que pasó sin verla. Entonces hemos decidido que estuviera con Amalia y Zuriñe, ya que al ser bebés tienen menos problemas con los compañeros nuevos. Y ha sido todo un acierto. Desde el primer día las tres han congeniado estupendamente, han hecho pandilla y ahora van juntas a todas partes, pero lo que realmente nos ha sorprendido es el comportamiento de Ramona, que ha adoptado a Henar como si fuera su hija e incluso la hemos visto mamar de ella. Si es que Ramona es toda una madraza.
Estamos muy felices por Henar, después de todo lo que ha pasado en su corta vida: el maltrato que ha sufrido en la explotación en la que estaba, la separación de su madre, que la robaran y volvieran a maltratar. Es mucho para una ternerita tan joven. Ahora por fin tiene una familia que la quiere y cuida, y este vínculo ya lo mantendrá de por vida.
