Vicky es una de las abuelitas del Santuario. Llegó de las primeras, hace más de 7 años. Proviene de Cádiz y su historia es una de las más terribles que hayamos vivido. Vivía en un descampado y unos menores le propinaban palizas todos los días e incluso se sospechaba que sufría abusos sexuales. Por suerte intervinieron las autoridades y pudieron sacarla de ese lugar horrible. Desde entonces vive en el Santuario, feliz y ha podido olvidar todo ese pasado gracias a los mimos y cuidados constantes.
A Karen la tuvimos que operar hace casi un año porque tenía muchos quistes en los ovarios, lo que le provocaba un desajuste hormonal y cambios en su comportamiento. Se le practicó una ovariohisterectomía, algo que se realiza de manera muy frecuente en perras y en gatas, pero que es muy raro que se haga en cabras y otros rumiantes. La cirugía en sí fue muy bien, pero ha tenido muchas complicaciones derivadas de ella. La primera fue una hemorragia abdominal, los días posteriores a la operación, por la que se le tuvo que hacer una transfusión sanguínea. Después tuvo un problema con la cicatriz, se le necrosó gran área de piel, que ha tardado meses en volver a recuperarse, después de muchos cuidados y curas diarias.
Las dos llevan mucho tiempo viviendo juntas, en un lugar adecuado para ellas y nos ha sorprendido lo amigas que se han hecho, sobre todo por Karen, que antes tenía muy mal genio y desde que está con Vicky tiene el carácter mucho más dulce.