Pues parece ser que Eulalia y Jesús se han hecho muy buenos amigos, ¿o estará pasando algo más? Los cerdos son muy posesivos con sus casetas y si están dentro no suelen dejar que entre otro con el que no se lleven bien. Por eso nos ha sorprendido ver a Jesús durmiendo tan tranquilamente con Eulalia y por la carita de felicidad que tiene ella, parece ser que tampoco le desagrada estar con él.
Nos alegramos mucho de que suceda esto porque Eulalia nunca ha convivido con otros animales y no sabe relacionarse con ellos. Por eso al principio había muchos conflictos, porque no entendía las jerarquías, pero ahora ya se ha sociabilizado y todos están estupendamente.