Aunque haya pasado más de un año, Savi no olvida a la persona que la ayudó a nacer, Ismael López Dobarganes. Las vacas son muy cariñosas, les encanta el contacto físico y sociabilizar. Viendo el vínculo que tiene con un humano, imaginad el que pueden tener entre ellas. Pero en las explotaciones arrebatan a los bebés a sus madres para enviarlos al matadero. Mucho sufrimiento solo por el placer del paladar.
Savi nació hace más de un año en Fundación Santuario Gaia. Por desgracia su madre, Freser, falleció al día siguiente del parto, por complicaciones en el mismo. Desde entonces, nosotros la hemos cuidado como lo hubiera hecho ella. Y por lo visto no lo hemos hecho tan mal, ya que el cariño que nos sigue teniendo Savi es muy intenso ?