¿Se puede ser más bonita que Constanza? Nosotros creemos que no. Desde que llegó a Fundación Santuario Gaia nos tiene robado el corazón. No solo su mirada es dulce, sino que toda ella es ternura.
Su historia es horrible. Hace unos meses nos dieron el aviso de que había dos ovejas moribundas en una cuneta cerca de Tarragona. Sin dudarlo fuimos a por ellas. Era de noche y cuando llegamos nos encontramos a una de ellas muerta y a Constanza en un estado que pensábamos que no sobreviviría. Sospechamos que estaba intoxicada por la sintomatología neurológica que presentaba. Después de mucho tiempo en la enfermería y con el tratamiento adecuado se recuperó, aunque le han quedado secuelas en sus extremidades traseras y no puede caminar por sí sola. Pero eso para ella no es un impedimento para vivir feliz junto con Xavi, un carnero que tampoco puede caminar. Nosotros somos sus pies y le ayudamos a dar largos paseos y a pastar hierba fresca. Estamos para que su vida sea lo más fácil posible.