Lidia es la abuelita de Fundación Santuario Gaia. Llegó hace 6 años y ahora tiene 34 años. Proviene de Galicia, donde toda su vida la usaron como animal de carga hasta que ya no pudo más. Entonces la subastaron, pero nadie la quiso y la acogimos nosotros. Siempre ha sido muy miedosa y no se dejaba tocar. Todo su pasado de maltrato le había dejado un trauma y desconfiaba mucho de los humanos. Ahora está muy mayor, casi no ve y sus articulaciones se resienten, por eso todas las noches duerme calentita y cómoda. Pero su desconfianza ha desaparecido y está muy sociable con nosotros.
Ella tiene una rutina muy marcada que no queremos cambiar. Todas las mañanas, si hace buen día, va a los prados donde ella es feliz. Pero desde hace un tiempo la tenemos que acompañar por el camino para que se sienta segura y ella lo sabe, porque ahora camina a nuestro lado y este comportamiento antes hubiera sido imposible por el miedo que tenía.
Nos provoca una ternura infinita y sabemos que está en la recta final de su vida, pero estamos contentos de que por lo menos estos últimos años ha sido tratada con el amor que se merece ❤