Savi, Cristian y Nayara no son hermanos de sangre, pero el vínculo que tienen es igual o mayor que si lo fueran. Los tres se han criado prácticamente juntos y van a mantener esta preciosa relación toda la vida. De los tres la más juguetona es Savi, que no pierde la oportunidad de jugar con los demás.
Savi nació en septiembre de 2019 y es hija de Freser, que falleció poco después del parto por complicaciones. Uno de los sucesos más tristes que hemos vivido en Fundación Santuario Gaia. Ese día le hicimos la promesa de que cuidaríamos a su hija como si fuera ella y esperamos que Freser vea lo feliz que es Savi.
A Cristian lo encontraron en la montaña al poco de nacer, no había rastro de su madre y estaba muy enfermo. Después de semanas hospitalizado en una clínica veterinaria, se recuperó y llegó a Fundación Santuario Gaia. Ahora es un precioso toro joven con unas ganas inmensas de vivir.
Nayara llegó junto a su madre Uma de un decomiso de Navarra. Junto a ellas llegaron Araitz y Ramona, que estaba embarazada de Zuriñe. En la explotación en la que estaban vivían en unas condiciones lamentables y las autoridades ordenaron su decomiso y traslado a Fundación Santuario Gaia. Aquí, madre e hija, han tenido la oportunidad de seguir juntas y vivir como una familia, ya que si se hubiesen quedado en la explotación tarde o temprano las hubiesen separado y enviado a Nayara al matadero.