¿Se puede ser más feliz que Eros? Creemos que no. Su carita en esta fotografía lo dice todo. Es un cerdo que puede disfrutar la vida sin miedos. Si le apetece darse un baño de barro, lo hace, o si quiere dar un paseo y disfrutar del sol, también puede hacerlo. Acciones que parecen tan sencillas, para millones de cerdos son imposibles de hacer, porque viven hacinados en granjas esperando su turno para el matadero. Eros, y el resto de cerdos que viven en Fundación Santuario Gaia, son de los pocos que pueden llevar una vida plena y feliz. Como debería ser.