Seguramente muchos de vosotros habéis seguido desde ayer la llegada de Leonardo a Fundación Santuario Gaia. Es un burro que tenía una familia en exclusión social, pero por problemas con sus vecinos, se tuvieron que ir de la chabola donde vivían, así que contactaron con la que fue la presidenta de la antigua protectora de Osuna (Sevilla), para que se hicieran cargo de él.
Tiene problemas en los dos ojos, con uveítis y una úlcera en el ojo izquierdo. También su piel está en malas condiciones, sobre todo en las extremidades donde tiene costras y heridas. Nada más llegar ya le hemos hecho una revisión veterinaria, comenzado con el tratamiento para los ojos y curando sus heridas, además de desparasitarlo externa e internamente. Durante el día de hoy lo visitará la veterinaria especialista en equinos y le sacaremos sangre para hacer una analítica completa y tener una mayor información sobre su estado de salud.
Ha hecho un largo viaje desde Sevilla hasta Girona, de más de 1000 km, pero este viaje tan agotador será para él, el comienzo de una nueva vida. Una vida que seguramente nunca ha imaginado, en la que será cuidado y amado como se merece, como se merecen todos los animales. Y él parece que lo sabe. Nada más llegar, en cuanto le hemos quitado la cabezada que llevaba y le hemos explicado que ya era libre, soltó un gran grito lleno de esperanza, que se ha oido por todo el Santuario. Y aunque sus ojos estén blancos y su alma herida, seguro que está viendo todo lo que le espera y que, por fin, tiene un futuro esperanzador por delante.
Gracias a todos por vuestra ayuda, sin ella no existirían las segundas oportunidades para animales como Leonardo