Después de muchos meses de desmejoría, en los que nos temíamos lo peor, lleva unas días que nos está sorprendiendo con su buena evolución. De no poder levantarse ni moverse sin ayuda, ha pasado a levantarse ella sola y dar pequeños pasitos, con sus brazos. También ha recuperado el apetito y ya come sólidos. Todo este tiempo hemos tenido que alimentarla con papillas la mayoría de los días. Todas las pruebas y revisiones que le hemos hecho han sido normales, así que suponemos que sus brazos, después de tantos años de esfuerzo, no aguantaron más. También hemos probado todo tipo de tratamientos antinflamatorios y para el dolor, el último son los parches de fentanilo que parece ser que le están ayudando mucho.
Ella llegó a Fundación Santuario Gaia hace más de 5 años, su madre la aplastó al nacer y le provocó un daño en la médula espinal. Aunque intentamos todos los tratamientos, nunca mejoró del todo y no volvió a caminar. Pero ella ha sido todo este tiempo feliz, ha aprendido a moverse utilizando los brazos y ha disfrutado de la vida. Y esperemos que lo siga haciendo muchos años más.