Hace unas semanas, recibimos unas terribles imágenes de una explotación ganadera de Movera (Zaragoza) que mostraban a una vaca tumbada con las piernas traseras atadas, como si acabase de dar a luz, con la vulva dilatada, cubierta de excrementos, sin ningún tipo de asistencia veterinaria a pesar de los evidentes signos de sufrimiento.
“Estuvo al sol como mínimo todo el mediodía y la tarde, resoplando mucho. La extremidad delantera le temblaba. La testigo asegura que parecía que dentro tenía a un ternero moviéndose.”, explica Ismael López, cofundador de la Fundación Santuario Gaia.
Ambas organizaciones consideramos que se está ante un caso de vulneración clara de la Ley, especialmente de la Directiva 98/58/CE, relativa a la protección de los animales en las explotaciones ganaderas.
“Los propietarios y criadores de animales en las explotaciones ganaderas tienen la obligación de adoptar las medidas adecuadas para asegurar el bienestar de los animales con vistas a garantizar que éstos no padezcan dolores, sufrimientos ni daños inútiles.”, explica Cristina Ibáñez, responsable del área legal de AnimaNaturalis.
Aseguramos que también está prohibido limitar la libertad de movimientos propia de los animales de manera que se les cause sufrimiento o daños innecesarios. Solicitamos que se sancione al propietario de la explotación y que se ordene el decomiso preventivo inmediato de los animales.