Así de felices viven Isco, Theo y Alejandro, los cabritos sevillanos. Hace un mes que llegaron a Fundación Santuario Gaia y se han adaptado estupendamente a su nueva vida. Alejandro y Theo siguen tomando biberón, y en cuanto ven a Lia Dominguez van corriendo hacía ella como locos de alegría. En cambio, el pequeño Isco nunca ha querido tomarlo y, por más que hemos insistido, no hay manera. Pero los tres están creciendo sanos y fuertes y, lo más importante, a salvo. De no estar en el Santuario su vida hubiese sido muy distinta y muy corta. Su destino era el matadero para acabar en el plato de alguien. Con un simple gesto nuestro, podemos acabar con el sufrimiento y explotación de muchos animales. El futuro es vegano.