Ellos son Aarón, el gris, y Gina. Son dos de los últimos cabritos que han nacido en Fundación Santuario Gaia. Sus madres llegaron embarazadas provenientes de un grave caso de maltrato en una explotación de la provincia de Barcelona. Son parte de un grupo de 13 cabras que estaban en una granja en unas condiciones lamentables, donde había más de 600 ovejas y cabras viviendo entre basura, excrementos y cadáveres de otras compañeras. Por suerte la denuncia que interpuso AnimaNaturalis España permitió su decomiso.
Gina y Aarón han nacido en libertad y nunca pasarán por el infierno que han pasado sus madres. Y eso se nota porque ellos son totalmente confiados con los humanos, ajenos a su maldad, mientras que las adultas aún tienen miedo y desconfían de nosotros.