Égalité con sus bebés. Sabíamos que Égalité era toda una madraza. El cuidado y mimo con el que trata a Shamir, su hijo, es increíble. Al principio teníamos un poco de miedo, porque al ser ciega, no sabíamos si iba a poder cuidar de su hijo, pero nos ha demostrado que lo hace como la mejor madre del mundo. Y ahora, además de Shamir, tiene a Venus adoptada como hija. Los tres son una preciosa familia. Tenemos que aprender mucho de los animales. Si los humanos fuésemos un poco más humildes, nos daríamos cuenta de que los animales son unos grandes maestros, que cada día nos enseñan lecciones de un valor incalculable: amor, generosidad, empatía, desapego. Porque no debemos olvidar que nosotros también somos animales, aunque durante siglos lo hayamos intentado esconder.