Y este es el momento en que las ocas del Nilo conocen a su nueva familia y su nuevo espacio. Como veis los peques no quieren separarse de sus padres ni un momento y los siguen allá donde van. Al más pequeño de todos, el último que se ha lanzado al agua, le hemos bautizado como Anum, que significa “el quinto hijo”. Nos ha hecho mucha gracia su manera de “lanzarse” al agua, pero tienen todo el tiempo del mundo para aprender.
Esperamos que disfrutéis como lo hemos hecho nosotros con estos momentos tan bonitos.