Las dos son un torbellino que no paran quietas ni un momento. Es oírnos y venir corriendo hacia nosotros, haciendo esos sonidos adorables que hacen, aunque no sabemos bien si lo hacen porque nos quieren o porque saben que les damos sus biberones
Están en Fundación Santuario Gaia porque nacieron más pequeñas de lo normal y no crecían como el resto de sus hermanos. Por eso las querían matar y por eso se salvaron, ya que si no hubiesen tenido ese problema ahora estarían muertas.
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