Égalité cuida de sus retoños como la buena madre que es. No se separa ni un momento de ellos y está pendiente siempre para que Shamir y Venus estén bien. Aunque Venus no sea su hija natural, ella la ha adoptado y los tres forman una preciosa familia
Shamir cada día está más guapo y aunque es más pequeño en edad que Venus, ya es más grande que ella. Pero la edad se nota, y Venus actúa de hermana mayor con Shamir.
Los vínculos entre las vacas son muy fuertes y forman núcleos familiares muy estables y duraderos. En las granjas separan a madres de hijos nada más nacer, provocando un dolor inmenso en ellos. En el Santuario hemos comprobado lo estrecho que es el lazo madre e hijo, que dura toda la vida. Para que luego digan que los animales no tienen sentimientos
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