Según nos acercamos a la puerta de su dormitorio, parece que dentro hay un toro de 1500 kg y que va a tirar la puerta abajo. En cuanto abrimos salen estos dos renacuajos buscando la comida, como si no hubiera un mañana. Luego, cuando cada uno ya tiene su plato, se calman y son los más tiernos del mundo ?
Azarías ha cambiado mucho desde que llegó al Santuario. Si recordáis, estaba tan malito que los primeros días temíamos por su vida. Pero poco a poco se fue recuperando y ganando peso, y ahora es un cerdito sano y feliz, que solo piensa en comer ?
Lázaro, por su parte, cada vez está mejor y tenemos muchas esperanzas en que se recupere del todo. Aunque si eso no llega a suceder, no hay ningún problema porque nos tiene a nosotros para que no le falte de nada ❤️
Disfrutad de los adorables ruiditos que hacen al comer, para nosotros es música celestial
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