Fe, Alegría y Salvador cada día están más grandes y guapas. Y es imposible hacerles una fotografía en condiciones, ¡no paran quietas ni un minuto!
Llegaron en Navidad, junto con Emmanuel, que desgraciadamente falleció. Los 4 estaban muy enfermos y su pronóstico no era muy bueno, pero poco a poco se fueron recuperando y ahora son unas corderitas sanas y felices.
En las fotografías podemos ver el culito de Yeroham, que en cuanto ve una cámara se une para salir, aunque no sea de cara
Todos ellos ahora no estaría, su destino era acabar en algún plato en las fiestas navideñas, como tantos miles de sus compañeros que no tuvieron la misma suerte de ir a un Santuario. Por eso, al verlos, no se nos puede olvidar que ahí fuera, hay millones de corderos que tendrán ese cruel final. Nosotros podemos cambiar sus destinos. Vive vegano
¿Nos ayudas a seguir salvando vidas?
Con tu ayuda salvamos vidas
Por un mundo vegano